Una experiencia obsesivo-compulsiva para maníacos del info-entretenimiento que fusiona el viejo ‘marketing directo cutre y efectivo’ con el ‘internet moderno’ y la ‘cultura pop’… sin salir de tu email!
Hola futuro Maníaco,
Para saber si estás en el punto de cocción ideal que te da acceso a mi oferta antes…
Debes pasar 2 pruebas.
¿Preparado?
La primera prueba es sobre lo que yo llamo
«el viejo marketing directo cutre y efectivo»
Y consiste en que te suene de algo (el premio gordo es que te hayas leído sus famosos libros) el Señor Eugene Schwartz.
Tcc. Gene Schwartz, es uno de los copywriters más importantes de todos los tiempos.
Er tío es una leyenda que vivió por y para la publicidad por escrito.
Se dice que murió trabajando en su mesa, en el siguiente proyecto.
Y escribió el que está considerado el libro más importante de la historia de la redacción publicitaria y el marketing directo en general:
«Breakthrough Advertising»
El libro es magnífico, contiene prácticamente toda la sabiduría acumulada de esta profesión con más de 1 siglo a sus espaldas.
En su momento fue el libro más robado de las bibliotecas.
La edición original es muy difícil de encontrar, y si la encuentras prepárate a soltar 300, 400, 500 napos… lo que te quieran pedir.
Pero independientemente de la edición, el contenido, el libro en sí mismo, tiene un problema.
Es ABURRIDO de cojones.
Es un puto muermo.
Mucha gente dice que se lo ha leído entero… pero es mentira.
No se lo han leído.
Es un libro de 253 páginas (en la edición más moderna) con una fuente de tamaño normalito.
No como en uno de estos casos en que la gente dice «he escrito un libraco de 100 páginas» Y luego te encuentras que la fuente es GIGANTE, hay un montón de espacios, y el libro se podía haber editado en un PDF de 15 páginas con Times New Roman 14px.
No, no es el caso de Breakthrough.
Ese libro es tocho, tocho de verdad. Bien editado, pero tocho.
Además les entiendo porque a mi también me costó leerlo.
Cuando me terminé su teoría sobre los grados de consciencia y sobre la sofisticación de los mercados me había volado la cabeza…
De inspiración y de ganas de pegarme un tiro.
Porque contiene mucho valor, sí, pero está escrito sin tener en cuenta la capa del entretenimiento, tan fundamental hoy día.
Cuando en el año 1966 el Señor Schwartz escribió Breakthrough Advertising no existía internet ni la atención estaba tan cara como ahora.
Por aquel entonces en EE.UU. leías libros, escuchabas la radio o veías los 2 o 3 canales que existían en la TV.
Poco más.
Ni smartphones, ni Tik Tok, ni Juego de Tronos, ni La Liga, ni Gran Hermano, ni YouTube, Netflix, HBO, ni las Redes Sociales del demonio.
Entonces prestarle tanta atención al entretenimiento no era necesario.
Y Schwartz no lo hizo.
«Solo» quería plasmar toda su sabidurida en el mejor libro que pudiese escribir sobre copywriting, quería dejar su legado.
Y vaya si lo consiguió. Pero lo del info-entretenimiento… no.
Además es curioso porque Schwartz solía recomendar lo siguiente a la gente que quería vender más con su negocio:
«Observa lo que está capturando la atención masiva del público. Como por ejemplo los ‘blockbusters’ (nota: películas millonarias, que están recaudando muchísimo; incluso menciona alguna película concreta de su época). Para entender qué tipo de emociones, temas y deseos están resonando en la sociedad».
Ahí lo llevas.
Y por eso es curioso que él no aplicase todo ese tema de la emoción y el entretenimiento para el consumo de su libro en sí mismo.
Ningún genio es perfecto, supongo.
Sin embargo, no deja de ser ultra importante lo que recomendaba (más que nunca en la sociedad de hoy).
Lo que decía no es que estudiases –por ejemplo– el cine específicamente por su arte, sino que si una película había sido todo un éxito comercial y/o cultura pop, pues que entonces «tenía algo» que merecía la pena ser estudiado para luego replicarlo en formato historias, emociones y temas que resonaban con la sociedad y, por tanto, tu mercado.
Que la gente le diese su dinero y su atención a esas obras, reflejaba lo que querían ver y experimentar.
Esos productos, si sabías observar y leer entre líneas, te estaban gritando a los 4 vientos qué emociones y deseos subconscientes se pueden aprovechar en la publicidad.
Por ejemplo:
- Casi todas las mujeres dicen que no creen en príncipes azules, pero «Pretty Woman» ha generado desde su estreno en cines, DVDs, CDs, streaming, merchandising, libros, etcétera., entre 600 y 700 millones de dólares. Y sigue contando.
- Los hombres tampoco te dirán que están interesados en ser un «Playboy», pero la revista homónima lleva en activo desde 1953, su marca es jerga universal, pura historia y cultura pop hasta el punto de que hay mujeres (sí, mujeres) que se tatúan su logotipo de «conejita» o le ponen su pegatina al coche, y se estima que solo con la venta de la revista impresa y/o digital (sin contar todo el negociazo aún más multimillonario que hay alrededor de la marca), se han generado entre 4.000 y 5.000 millones de dólares. Y sigue contando.
Es decir…
La gente muestra su interés con lo que hace,
no con lo que dice que hace o no hace.
Y comprar entradas para una peli, meter tiempo en ver una serie en Netflix, ver determinados videos en YouTube, picar en las recomendaciones de un algoritmo, enterarte de una noticia que corre como la pólvora, o reírte con el meme de moda y después reenviarlo a tus contactos, es demostrar que ese contenido está absorbiendo tu atención y, probablemente, la de mucha más gente.
Por tanto, ver lo que está funcionando en otros sitios fuera de tu círculo, de tu mercado habitual, de tu ombligo, te ayuda a captar las grandes tendencias, las que después puedes aplicar para vender y de las que te puedes impregnar, lo que la gente realmente quiere consumir y pagar por consumir.
Si una película, una serie, un libro, un canal de youtube, una cuenta en una red social, cualquier tipo de suceso en la cultura pop pasado o presente ha generado un efecto viral o, como poco, remarcable en una audiencia, ahí hay oro que extraer y aprendizajes de los que empaparse.
Te llevará a escribir mensajes publicitarios (emails, páginas, posts, publicidad digital o física) más efectivos, más absorbentes que una balleta vileda, que tocan las fibras emocionales más profundas en tu audiencia y potencial clientela.
Tiene todo el sentido ¿no?
Je, este Schwartz era un máquina, la verdad.
Solo le faltó un poquito de práctica en lo del entretenimiento en la era en la que tienes todo el conocimiento de la humanidad a la distancia de un prompt en el cajetín de chat de una IA.
Y nada, hasta aquí la Prueba Nº 1 que tenías que pasar para acceder a mi oferta.
Si has leído todo esto sabiendo quién es Schwartz (todavía mejor si has leído algo suyo) y con los ojos como platos, entonces es que el marketing directo te interesa lo suficiente y entiendes su poder.
Ahora vamos con la Prueba Nº 2.
La prueba número 2 consiste en lo que yo llamo
«el internet moderno y la cultura pop»
Si no estás de acuerdo con la importancia de tener tu propia marca, de comunicar de forma particular, de tener tu propia visión y manera de hacer las cosas, y de no limitarte a ser un clon de otras marcas, pues no hay nada qué hacer, puedes dejar de leer aquí.
Si te parece que es una piedra angular de un negocio, sea cuál sea, procede a leer lo siguiente porque a lo mejor no lo habías visto así de claro nunca antes.
Me cito a mi mismo:
Hay gente a la que se le da genial absorber atención y que lo hace (1) por intuición y/o inspiración, ignorando por completo la sabidurida del marketing directo clásico o (2) apoyándose en un siglo de documentación y conocimientos del marketing directo clásico, pero comunicando de forma diferente, con su propio estilo, resultando entretenido, novedoso e interesante.
Hay que prestar atención a ambos casos.
Y ahora vas a ver por qué.
Con respecto al primer caso…
Hay gente en YouTube y todo tipo de plataformas succionadoras de atención y tiempo realizando auténticas obras de arte de la comunicación sin ser exactamente conscientes de por qué les está funcionando y tienen tan éxito.
Son gente que tiene una gran habilidad y/o que naturalmente son geniales comunicadores que, sin buscarlo, quizá por intuición o inspiración, se están apoyando en los principios estudiados y aplicados durante décadas por el marketing directo.
Y por supuesto, la historia de la industria del entretenimiento ha dejado infinidad de grandes artistas y marcas que ya hacían eso antes siquiera de que existiese internet o las redes sociales.
Por eso me gusta la cultura pop.
Soy un friki de casos como esos, al igual que de la industria audio-visual y del entretenimiento.
Quizá yo no sea capaz de destacar naturalmente como todos esos genios voluntarios e involuntarios… pero sí se me da bien analizar, destripar y desglosar las claves de los que sí son genios naturales del entretenimiento para ser aplicadas después conscientemente en negocios.
Con respecto al segundo caso…
Hay gente en cualquier tipo de sector que está aplicando la misma sabidurida acumulada durante 1 siglo por la industria del marketing de respuesta directa o marketing directo.
La misma.
Es decir, no te dicen nada nuevo.
Son las mismas enseñanzas.
Una y otra vez.
Igual, todo.
Porque no hay nada que inventar respecto a eso.
Millones de personas en miles de industrias lo hicieron, experimentaron y documentaron antes que tú.
Pero esta gente que aplica los principios del marketing directo para construir marcas exitosas, lo está haciendo con un estilo particular, rompiendo ciertas reglas, comunicando de cierta forma, aplicando ciertas manías…
Es decir, lo está haciendo con un estilo…
Diferente. Entretenido. Fresco.
Entonces, los mismos principios «aburridos», clásicos y sobados ya para muchos…
De repente se convierten en información novedosa.
En algo que apetece consumir.
Por el simple hecho de que te lo está contando esta marca y no otra.
Quieres que alguien con estilo, imborregable, que tenga su propio criterio y vea las cosas de determinada manera te enseñe cómo se hace.
Quieres el exceso de información ya resumido, cocinado y servido por una marca con la que conectas.
Y si aún no lo ves claro, te pongo un ejemplo cristalino:
En el momento en el que escribo esto, quizá la marca personal que más lo está petando ahora mismo a nivel internacional en marketing para B2B sea Alex Hormozi.
Quizá cuando leas este texto ya se encuentre archivado en la «carpeta de objetos brillantes y fugaces de internet que cayeron en el olvido,» pero de momento el tío es lo más de lo más, y no parece que vaya a dejar de crecer pronto.
OK, pues el Sr. Hormozi, que es muy bueno y merecidamente ha construido un imperio multibillonario en el sector…
Realmente no está haciendo mucho más que transmitir todo el conocimiento del «viejo marketing directo clásico cutre y efectivo».
Es lo mismo, es la misma info.
Pero te la está contando un tío que…
- Está mazadísimo porque viene del sector del fitness y ha entrenado toda su vida.
- Parece un camionero de estos a quién no querrías cabrear en un bar de moteros mientras juega al billar con Stacy, su amante.
- Lleva una tirita de estas de apertura-nasal siempre en la nariz, como las que llevaba España en el mundial de Italia 90, el del codazo de Tassotti, porque tiene no-se-qué problema respiratorio en el tabique.
- Y hablando de tabiques, así tiene los brazos, como columnas de aparcamiento.
- Además luce una barba como la de Conan cuando empujaba la rueda del molino día y noche, y una mañana pasó de ser Jorge Sanz a Arnold Schwarzenegger en un pestañeo.
- Siempre viste igual, con una gorra y camiseta sacadas del merchadising de sus negocios, más un chaleco o camisa que le quedan pequeños y pantalones cortos. Y dice que lo hace así porque de esa forma se asegura de estar siempre bien vestido para cualquier ocasión: promocionar sus negocios, ir a comer de forma casual con su novia, impartir una clase, dar una charla, quedar con CEOs, o irse a gimnasio a entrenar.
- Utiliza el mismo tipo de mochila todos los días, un modelo especial que puede llevar a entrenar y a la oficina. Es más, usa la mochila y todo su peso para hacer bíceps cuando tiene algún rato muerto en el trabajo.
- Habla como el hijo bastardo de Constantino Romero y Sarah Connor, con una voz grave llena de experiencia, rigidez, cadencia, músculo y tono que le otorga una autoridad y credibilidad instantáneas.
- Y por supuesto ya se había hecho multimillonario antes de ser (tan) famoso, con sus negocios en el sector del fitness, lo cual le hace más propenso a ser escuchado que a cualquier otra marca. Tiene mucho que contar e inspira a millones de negocios solo por eso.
ES DECIR…
En este punto…
Es inimitable.
Ha penetrado en el imaginario colectivo de su nicho de mercado.
Piensas en Hormozi casi como en un superhéroe que va vestido y actúa de una determinada manera.
Es un caso claro de…
Marketing directo clásico + marca personal convertida en «cultura pop» en su mercado = éxito brutal
Por eso no puedes copiar la marca personal de otro si aspiras a ser grande.
Por eso me parecen ridículos los «cursos de marca personal» que te enseñan a ser como X marca.
Estás pagando para ser un clon de otro, y por tanto nunca podrás tener siquiera un éxito medio-parecido a no ser que estés en un sector completamente diferente y tengas muchas cosas nuevas que aportar y poca vergüenza que esconder.
Sin embargo, cuando lo haces todo «a tu manera», con tus manías, obsesiones-compulsivas, forma de hablar y de hacer las cosas… te conviertes en una marca personal inspiradora y no en una copia más de lo que ya hay.
Te conviertes en cultura pop
(en tu nicho de mercado)
Por eso es importante trabajar en TU comunicación además de conocer los principios y reglas del viejo marketing directo cutre y efectivo.
Por eso tienes que saber en todo momento en qué reglas apoyarte y qué reglas romper para absorber atención, generar más ventas, ser más adictivo, provocar determinado efecto…
Y todo eso transmitirlo de una manera lo más única posible.
Esto es lo que hacen las marcas de éxito, consciente o inconscientemente, y te invito a que observes el mercado y te des cuenta de cómo este patrón se repite una y otra vez.
Pero espero que ya lo tuvieses medio claro porque esto ha sido la Prueba Nº 2.
Si sigues leyendo con interés significa que la has pasado.
Y si has pasado ambas pruebas, la del «viejo marketing directo clásico y cutre» y la del «internet moderno y la cultura pop», estás listo para saber más sobre…
Mania®
¿Qué es Mania?
¿En serio es una marca registrada?
Mania® es una suscripción mensual en la que te envío por email un micro-infoproducto cada 15 días compulsivamente.
De hecho, a cada uno de ellos, les llamo «manías».
Cada mes recibes 2 manías y puede que algún otro email exclusivo que no recibe el resto de mi lista.
(así como otros privilegios y precios especiales para mis otros productos)
No son secuencias de correo escritas con antelación, aunque sí están numeradas, para distinguir más fácilmente las unas de las otras cuando haga referencias a números anteriores.
Son textos frescos, como recién salidos de la ducha, en riguroso directo (tan directo como que los suelo escribir el mismo día que los envío).
En cada manía escribo sobre distintas «obsesiones compulsivas» (yo les llamo así porque estoy todo el día pensando en ellas como el puto enfermo que soy) relacionadas con el marketing directo, el info-entretenimiento, la cultura pop y esos detalles ínfimos, casi indefinibles, que hacen a una marca destacar entre las demás.
Por ejemplo:
- Info-Entretenimiento. Esta es posiblemente la habilidad más valiosa que puedes aprender hoy día. Para vender lo que sea que vendas, en cualquier medio.
- Email Marketing. Todo lo relacionado con el canal más potente que existe para vender, y el único canal que te permite ser el dueño de lo más importante de tu negocio: tu base de datos de potenciales y actuales clientes.
- Copywriting. Cómo escribir de forma que tus ideas, productos o servicios resulten atractivos y por tanto tengan más posibilidades de ser vendidos.
- Escritura adictiva, entretenida y memorable (ahora lo llaman storytelling). Técnicas, estrategias, estilos… Lo que hace que la gente quiera leerte simplemente por ser tú.
- Cultura Pop. Cómo explotarla, cómo aprovechar su poder, cómo estudiarla para extraer oro líquido de la misma cultura pop que compartes con millones de personas en estos instantes en este planeta hiperconectado a internet.
- Estilos de comunicación. Formas en las que la gente comunica que son éxitos en mercados y que te conviene conocer por razones obvias.
- Técnicas de aplicación rápida. Cómo crear un tipo de titular, cómo escribir determinado tipo de email, página de ventas… acciones rápidas que implementas una mañana y ves resultados por la noche y que pasan a formar parte para siempre de tu arsenal en tu negocio de info-publicación.
- Viejo marketing directo cutre y efectivo. Sabidurida obtenida de las viejas leyendas. No es que sea «cutre», pero a mi me gusta llamarlo así porque es tan bueno que funciona hasta escrito en una servilleta o con texto minúsculo sin formato en un bloc de notas. Es un conocimiento tan valioso, acumulado a lo largo de más de un siglo, que es cómo poseer la hoja de ruta para hacerte rico. Otra cosa es recorrer tú solito ese camino.
- Destripes de marcas que han hecho y/o hacen cosas que ni siquiera se te pasan por la mente y que te van a inspirar, enseñar y volar la cocotera.
- Destripes de textos especialmente buenos y vendedores, cartas en formato A4 que han vendido millones, párrafos capaces de cambiar el rumbo de un mercado, obras de arte del hipertexto. Y luego estarán los míos, que también analizaré de vez en cuando para tu desgracia.
- Cualquier cosa que crea que puede beneficiarte. Si descubro cualquier frikada que creo que un maníaco debería saber, escribiré una manía sobre ello.
Por supuesto están escritas con todo mi oficio y artesanía para conseguir que las disfrutes mientras lees y que además se te queden grabadas a láser en las regiones cerebrales que gestionan la memoria sin que tengas que «estudiar».
Para que después aplicar lo aprendido te salga por intuición.
Como si tuvieses la
manía de hacerlo así.
Con esta suscripción voy a darte a largo plazo el conocimiento práctico, las herramientas, la mentalidad, la inspiración y las ideas que prendan fuego a tu mecha como si la hubieses encendido con un lanzallamas en lugar de con una cerilla que se apaga con la más mínima brisa.
Todo quedará ordenadito y a buen recaudo en tu bandeja de entrada, organizado como te guste, en alguna carpeta, con etiquetas, impreso en pdf, en papel o en un póster pegado con celo detrás de la puerta de la oficina, me da igual.
No tendrá caducidad, cada manía que recibas será tuya para siempre, no te quitaré el contenido si te vas y no te haré pagar un «alquiler» infinito solo por acceder a él.
Una vez tengas todo esto en tu poder, usa la sabidurida del viejo marketing directo cutre pero efectivo aplicada al internet moderno y la cultura pop, construye una marca fuerte, vende, escribe, VIVE, y ve a por tus objetivos, cualesquiera que sean.
¿El precio de todo esto?
Mania®
73€ al mes
Preguntas que me veo venir…
– ¿Tiene soporte?
No solo tiene soporte sino que es el soporte más cool que hayas probado.
Lo único que tienes que hacer es responder al email de la manía que te haya enviado y que sea el origen de tu duda.
Yo responderé a tu respuesta en unas 24 – 48 horas y tus dudas quedarán aclaradas justo en el mismo hilo de la manía original, todo archivadito en tu correo: contenido, dudas y respuestas a las dudas. ¿No es genial? Lo que te decía al principio, toda una experiencia sin salir de tu email…
… Y sin sentir que te están perdonando la vida o mirando por encima del hombro por hacer preguntas que consideras razonables y necesarias.
– ¿Cuál es la política de cancelación?
Me alegro de ver venir esta pregunta.
Y aquí tienes la respuesta:
Puedes darte de baja cuando quieras, pulsando un enlace o solicitándolo personalmente.
Y para volver a suscribirte…
Tienes que esperar un año.
Al darte de baja bloquearé tu cuenta durante 12 meses.
Todo, excepto el precio.
Si ha habido cambios, solo podrás re-entrar con el precio más reciente.
Es decir, si te das de baja en Diciembre de 2024, no te podrás suscribir de nuevo hasta Diciembre de 2025.
¿Por qué esta política nunca antes vista?
Pues porque soy así de rebelde.
Pionero.
E imborregable.
Y porque no quiero gente que se suscribe y a los 5 minutos ha cancelado la suscripción.
Eso es malo para mi y, sobre todo, malo para ti.
Después de todo yo habré ganado dinero.
Pero no quiero tu dinero en ese caso.
Mania® no es el siguiente objeto brillante en tu búsqueda de píldoras mágicas. Y yo definitivamente no soy Morfeo, el de Matrix. De la madriguera del conejo tienes que salir tú solo.
Así que si te hypea mucho una manía y te quieres suscribir solo para conseguirla y después darte inmediatamente de baja, pues que sepas que si luego quieres volver, como mínimo, vas a perderte 52 manías más, te interesen o no.
Esto lo hago para proteger a mi negocio (y de hecho escribí una manía completa solo acerca del tema de las políticas de cancelación en los productos de suscripción).
Y aunque no lo creas, también lo hago para protegerte a ti de ti mismo.
No quiero tu dinero si no estás preparado para trabajar con constancia y esfuerzo.
No quiero tu dinero si no crees en lo que practico y predico.
Y no quiero que te suscribas si no me conoces bien y no llevas leyendo mis emails por lo menos varios meses.
Quiero que te suscribas solo cuando estés preparado para invertir en esto y cuando el precio de la suscripción te parezca una propina.
Y no, no voy a hacer el típico truqui de dividir los XX€ entre 31 días ni de multiplicar los XX€ por 12 meses para que así lo veas con otros ojos.
Ya somos mayorcitos.
Mania® es un negocio.
Y mi negocio va de que tu negocio mejore con la ayuda de mi contenido. Pero nunca «gracias a» mi contenido.
Tu negocio depende al 100% de ti y de tu trabajo y actitud.
Mejorará siempre y cuando tú estés haciendo las cosas bien desde una base mínima de trabajo y constancia a lo largo del tiempo.
No lo hará solo por entrar en suscripciones de forma impulsiva.
Y mi negocio debe protegerse de ese impulso tóxico.
Si bien sé que en la mayoría de los casos los que se dan de baja de este tipo de suscripciones nunca vuelven…
También sé que hay excepciones y circunstancias cambiantes en la vida, algunas que se escapan de nuestro control.
(Lo sé muy bien, créeme, y me gustaría no saberlo tan bien)
Considero que 1 año es un tiempo más que suficiente para que tus circunstancias y tu mentalidad hayan cambiado.
Por eso doy ese margen de tiempo.
Y por eso no hago un bloqueo definitivo como sí hacen otras marcas.
Porque sé que no pagar un producto de suscripción no quiere decir que no quieras comprarme otros productos de pago único o dejar de leer mis emails regulares con mis otras ofertas.
Es decir, sigues siendo mi cliente, y no voy a tratarte como una mierda solo porque no me pagues una suscripción.
Si me sigues leyendo, quizá dentro de un tiempo sí que quieras volver a Mania® con una mentalidad de largo plazo y apreciando más mis contenidos.
Simplemente eso.
– ¿Cómo de largas son las manías?
Cada manía podrá tener una extensión de entre 800 y 1.600 palabras. Si bien, en alguna ocasión especial, podría escribir una manía con el doble de extensión o más, por el mismo precio.
– ¿Me recomiendas suscribirme si <insertar situación personal>?
Si el marketing directo, el info-entretenimiento, el email marketing y escribir no te fascinan y no quieres hacer de ello el centro de tu negocio, «Mania» no te servirá de nada.
Si tienes la más mínima duda al respecto, no entres en «Mania».
Ahórrate el dinero.
Estarás tirando la pasta a la basura si no ves esto como una inversión a largo plazo acerca de algo que te entusiasma.
– ¿Cuánto tiempo me llevará leer cada manía?
Entre 3 y 6 minutos cada una, según la atención que le quieras poner y lo rápido que leas. Algo más si es una «manía especial» con doble contenido.
Son textos que van al grano y que dicen mucho con poco.
Los más difíciles de escribir y los más placenteros de leer.
– ¿Cómo puedo conseguir manías ya publicadas?
Siendo un suscriptor activo y esperando pacientemente a que habilite la compra de manías anteriores. Eso sí, el precio de cada manía puede ser variable. Nunca te las llevarás a mejor precio que el que haya estado suscrito cuando las publiqué.
– ¿Debería suscribirme a «Mania» si no estoy en tu lista de correo regular?
No.
– ¿Puedo pagar con Paypal o <inserta método raro>?
No.
– ¿Cuándo se carga el pago de la mensualidad?
El mismo día del mes siguiente de tu fecha de suscripción, salvo que Stripe o tu banco digan otra cosa.
– Necesito factura.
Después de suscribirte, pásame tus datos fiscales y pídemela antes de que termine el mes en curso.
La primera factura es manual, las siguientes serán automáticas y las recibirás en tu correo sin hacer nada.
– ¿Cómo funciona el proceso de suscripción?
Al hacer clic en el botón vas a un formulario para poner tus datos personales y de pago.
Una vez rellenas todo y aceptas las condiciones y pagas, es probable que te salga la típica «doble verificación» con tu banco.
Tendrás que aceptarla en tu app bancaria y entonces el pago se completará.
En un móvil o tablet podría ser que esta «doble verificación» no te salga por algún motivo relacionado con tu smartphone. Revisa bien las notificaciones o ventanas en segundo plano.
Una vez completado el pago empezarás a recibir las manías quincenalmente.
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Eso es todo.
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